La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) dio a conocer las 200 cámaras trampa que acaba de adquirir y los sitios donde serán instaladas, de mano de las comunidades, para el monitoreo de fauna en áreas protegidas y en proceso de declaratoria.
Las cámaras trampa son dispositivos que se activan con el movimiento y el calor y captan imágenes y video de los animales que pasen frente ellas, ya sea de día o de noche, sin perturbarlos de forma alguna. De esta forma se pueden monitorear y estudiar poblaciones para definir objetos de conservación en la declaración de áreas protegidas y mostrar resultados de intervenciones en ecosistemas.
Estas 200 cámaras entrarán a hacer parte de la Red Otus, la primera red nacional de cámaras trampa del mundo, de la que hacen parte 33 corporaciones autónomas, Conservación Internacional Colombia y el Instituto Humboldt y que procesa las imágenes con Inteligencia Artificial a través de la plataforma Wildlife Insights.
La jornada arrancó en el auditorio de la CVC en Cali con la presentación de los equipos y un foro con expertos y miembros de comunidades donde se ubicarán las cámaras. Allí se explicó cómo funciona la red y la utilidad de los dispositivos.
“Estoy feliz de que muchas de las comunidades con apoyo de nuestros técnicos, puedan llevarse estas cámaras y nos ayuden a la recolección de esta información que nos sorprenda a ustedes y nos sorprenda a nosotros, que incluso registren especies que pensamos que ya no estaban. Hoy es un día de alegría para nuestra biodiversidad y coherencia con lo que representa el Valle del Cauca en protección de recursos naturales y en áreas protegidas frente a todo nuestro territorio colombiano”, afirmó Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director general de la CVC.
Posteriormente se instalaron las primeras 5 cámaras en zona de amortiguación del Parque Nacional Natural Farallones.
“Es el programa más robusto de monitoreo de biodiversidad que puede hacerse en un país a través de cámaras trampa, que además de ayudar a mejorar el conocimiento y monitorear nuestra biodiversidad, nos facilita el cumplimiento de las NBSAPs (Planes de Acción Nacionales para la Biodiversidad) y los planes de manejo de áreas de sensibilidad ambiental", aseguró Fabio Arjona director de Conservación Internacional Colombia.
Angélica Díaz Pulido, investigadora del Instituto Humboldt, explicó cómo funcionará la Red Otus: “En los meses de marzo y octubre de 2025 y 2026 se enfocarán los esfuerzos en que todas las cámaras estén activas para registrar los datos. De esta forma, entre más cámaras trampas tengamos, más registros tendremos y será masiva la recolección de datos. Se busca registrar aves esquivas desconocidas, amenazadas y de difícil registro con metodologías tradicionales de muestreo o mamíferos carismáticos pero que son raros, sigilosos y crípticos y de los que solo podremos tener registros usando herramientas como la cámara trampa”.
“Cuando (las CAR) soñamos con este ejercicio en Ibagué teníamos 397 cámaras de las corporaciones. Al final de diciembre de 2024 ya eran 1.093 cámaras y a marzo de 2025, 1.136, sin contar las que pone hoy la CVC. Esperamos al finalizar el año llegar a las 2.000, pero no es solo la tecnología de las cámaras, también es su manejo comunitario y con la plataforma Wildlife Insight tener información para tomar decisiones”, resaltó Yesid González Duque, director ejecutivo de Asocars.
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