La recuperación integral de la EEP a través del sistema hídrico en Bogotá, requiere de un proceso continuo y planificado en el largo plazo, en el que se involucren las realidades naturales, socioculturales e institucionales y las dinámicas territoriales y macroregionales que hacen parte del espacio geográfico que configuran las subcuencas y microcuencas de las quebradas de la ciudad capital.
Es con esta visión a largo plazo, que se logra un proceso de construcción colectiva en el que necesariamente deben participar los actores sociales e institucionales interesados y con competencia, así como las entidades responsables del tema ambiental en el ámbito urbano y rural. Por lo tanto se logra la apropiación por parte de las comunidades y la articulación a los diferentes sistemas regulatorios en los que se inscriben los actores que lo construyen, de tal manera que se asegure además de su legitimidad social, su continuidad política y de gestión.
Uno de los mecanismos que se han utilizado para lograr este propósito ha sido el establecer acuerdos voluntarios en donde se establecen compromisos claros tanto de los propietarios o poseedores de los predios como de las autoridades territorial y ambiental de tal manera que las soluciones a las problemáticas se puedan hacer de manera conjunta en el marco de una recuperación integral.
El proyecto que se busca abordar en el presente convenio, responde a un modelo de intervención que ha tenido resultados interesantes desde el punto de vista ecológico y social. Luego de su aplicación en Chapinero y Usaquén, ha sido reconocido por el Distrito como el más exitoso en cuanto a recuperación de quebradas. De este esquema conceptual y metodológico que se detallará más adelante se tomarán los elementos fundamentales para vincular, además de las quebradas, otros elementos de la EEP como humedales y cerros orientales.
Es por esta razón, que la Secretaría Distrital de Ambiente, ha tomado dicho modelo como la estrategia de intervención a aplicar en otras localidades de Bogotá y representantes de otras ciudades como Río de Janeiro (Brasil), México DF (México) y Lima (Perú) han visitado la experiencia con el fin de conocer los desarrollos conceptuales y metodológicos aplicados y establecer cómo pueden ser implementados para la recuperación de ecosistemas en sus ciudades.
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