En Cispata, Colombia, el río Sinú no se queda quieto: está cambiando constantemente su camino, creando un estuario vibrante de árboles amantes del agua salada llamados manglares en el extremo norte de la costa caribeña de Colombia.
Los manglares viven en el borde de la tierra y el mar, brindando a las comunidades locales protección costera, hábitat para sus pesquerías y una riqueza de biodiversidad. Los manglares también pueden ayudar en la lucha mundial contra el cambio climático. De hecho, estos y otros humedales oceánicos, conocidos como ecosistemas de “carbono azul”, almacenan hasta 10 veces el carbono por unidad de área que los bosques terrestres, lo que los convierte en un aliado vital en la lucha contra el cambio climático.
Sin embargo, en los últimos años, estos manglares han estado bajo una creciente presión por la expansión de las tierras agrícolas, la infraestructura turística insostenible y el aumento de la tala. Un nuevo proyecto abordará directamente estas amenazas, conservando y restaurando 11,000 hectáreas (27,000 acres) de bosques de manglares naturales. El proyecto eliminará aproximadamente 1 millón de toneladas de dióxido de carbono de la atmósfera durante su vida útil.
Conservation International y nuestros socios regionales - INVEMAR Research Institute y CVS (Coporación autónoma regional del Valle del Sinú) - pretenden utilizar el valor de carbono generado a través de la conservación y restauración de los manglares de Cispata para contribuir a una estrategia de financiamiento sostenible a largo plazo para el región. Para las 12,000 personas que dependen de los manglares para la alimentación, la leña y los medios de subsistencia, la venta de las compensaciones de carbono proporcionará un grado de seguridad financiera, así como la financiación inicial necesaria para desarrollar un programa de ecoturismo sostenible y mejorar las prácticas de pesca en la región. Se protegerá la vida silvestre local y un bosque de manglares más saludable proporcionará un empleo más seguro, sin mencionar la seguridad alimentaria, la purificación del agua y una mejor protección costera contra las tormentas.
ALIANZA CON APPLE
En asociación con Apple, esta iniciativa está ayudando a desarrollar un nuevo enfoque para valorar todo el potencial de carbono de estos ricos ecosistemas marinos, desde las copas de los árboles hasta las profundidades del suelo, y proporcionar un modelo para otras iniciativas de carbono azul en Colombia y en todo el mundo.
En sus primeros dos años, el proyecto apunta a reducir las emisiones en al menos 17,000 toneladas métricas de dióxido de carbono, equivalente a la totalidad de las emisiones de la flota de vehículos que actualizan los mapas de Apple durante una década.